Las temperaturas están subiendo, las piscinas al aire libre se están llenando, y los lagos y ríos por fin vuelven a dar la bienvenida al verano. Pero con toda la alegría de nadar, también vuelve una trágica realidad que sacude a las familias todos los años: los accidentes mortales por ahogamiento.
En las últimas semanas, varias personas han perdido la vida ahogadas, entre ellas niños y adolescentes. Lo que queda es conmoción, incredulidad y dolor silencioso. Y la pregunta: ¿Cómo ha podido ocurrir?
El ahogamiento es silencioso. Y rápido.
A diferencia de lo que ocurre en las películas, el ahogamiento no se produce con fuertes gritos de auxilio. Es una lucha silenciosa. En cuestión de segundos, un salto despreocupado al agua puede convertirse en una emergencia, debido al agotamiento, el frío, los calambres musculares, las corrientes o simplemente la falta de habilidad para nadar.
Este peligro no afecta sólo a los niños. Incluso los adultos en buena forma física subestiman a menudo la fuerza del agua o sobrestiman su propia resistencia. Proteger a los demás significa no sólo vigilar a los niños, sino también ser consciente de ti mismo y de los que te rodean.
Autoprotección: La responsabilidad empieza por mí
- Usa siempre un equipo de flotación adecuado durante las actividades acuáticas, especialmente en aguas abiertas o en distancias largas.
- Evita los deportes acuáticos solo o bajo los efectos del alcohol o las drogas.
- Conoce tus límites: incluso los nadadores experimentados pueden tener problemas.
- Presta atención a las señales de advertencia, a los cambios meteorológicos y a las condiciones actuales.
- Avisa a alguien en tierra antes de meterte en el agua para que sepan dónde estás en caso de emergencia.
Proteger a los demás: Permanece atento a los que te rodean
- Los niños necesitan una supervisión constante, sin comprobaciones telefónicas ni momentos de "sólo un segundo".
- Mantente alerta ante las personas que te rodean: Alguien que flota inmóvil puede necesitar ayuda.
- Mantén cerca el equipo de rescate: un dispositivo de lanzamiento, una ayuda a la flotación o una pulsera de rescate pueden marcar la diferencia en caso de emergencia.
- No intervengas sin estar preparado: intentar ayudar sin protegerte puede convertirte rápidamente en una segunda víctima.
La seguridad no es una limitación: es la clave para un verano sin preocupaciones
Nadie quiere entrar en una piscina con un dedo meneándose. Pero cada vida que podamos salvar mediante la atención, la preparación y la consideración importa. Una copia de seguridad compacta como RESTUBE Boya de Seguridad puede marcar la diferencia para salvar vidas en momentos críticos: lo suficientemente pequeña para llevarla, lo suficientemente potente para ayudar.
Hagamos que este verano no acabe en lágrimas. Mantengámonos alerta, concienciémonos y asumamos responsabilidades. Por nosotros mismos. Por los demás. Por una vida más.
Para más información, consulta las estadísticas de ahogamientos del DLRG aquí.